Dentro de las estrategias para incentivar el aprendizaje de conducción para niños se encuentra la del Young Driver Challenge, con el cual se pretende iniciar la conducción desde la adolescencia, de una manera segura y un poco distinta a lo que normalmente se realiza en los centros y escuelas de enseñanza automovilística. Por ello, en el presente artículo, se mostrarán algunos elementos de dicha actividad.
¿Por qué es interesante este proyecto?
La finalidad del desafío del joven conductor es incentivar a los adolescentes entre 11 y 17 años para que comiencen a conducir, adquiriendo (desde temprana edad) las habilidades propias que debe tener un conductor para desenvolverse en las calles y carreteras del país. Para ello no solo contará con conductores entrenados, sino también con vehículos adaptados para que el joven tenga acceso a los mandos sin esfuerzo adicional.
¿Qué ventajas ofrece?
Los principales beneficios de este desafío para conductores jóvenes son los siguientes.
La edad
El adolescente, con una edad de entre 11 y 17 años, es mucho más proclive a adquirir habilidades propias de un aprendizaje. Estos disponen de energía y disponibilidad, y están deseando vivir nuevas experiencias, principalmente en la conducción. Un campo en el que no es común que a los adolescentes les den la oportunidad de practicar, al menos, antes de los 15 años.
Además, esta es la etapa donde se empiezan a planificar objetivos y metas para etapas posteriores de la vida. Y en ese sentido, el aprender a conducir puede ayudarles a encontrar y tener habilidades que más adelante les podrán ser útiles.
Un escenario controlado
Otra ventaja es el escenario en que se desarrolla este desafío. Aquí, contrario a las lecciones tradicionales que se imparten en las academias de conducción, el adolescente no tendrá que enfrentarse a la riesgosa práctica en medio del tráfico en las calles o a la tolerancia e impaciencia de los demás conductores. Todo será mucho más tranquilo, y además de contar con instructores y vehículos adaptados para ellos, se moverán por lugares adecuados para un aprendizaje seguro.
El método de aprendizaje
Este es un factor muy importante. Sin tener la presión de las calles, con un carro y un plan de estudios adaptado para ellos, pueden divertirse manejando al tiempo que adquieren las habilidades necesarias de conducción. Desde el encendido al manejo de los pedales, el uso de la palanca de cambios, la técnica para dar reversa, parqueo, manejo de la dirección y muchas más. Adquiridos estos conocimientos, y siendo consciente de la importancia de una conducción responsable, el joven podrá llegar más preparado y con más experiencia al curso de conducción propiamente dicho.
Desarrollo de la actividad
Inicialmente, el adolescente es inscrito por sus padres en la institución encargada de llevar a cabo esta actividad. Allí, el joven recibirá una instrucción teórica relacionada con los principales elementos para conducir. Y después, a diferencia de lo que sucede en los centros y escuelas de enseñanza automovilística tradicionales, no practicará directamente en las calles, sino en espacios que han sido adecuados especialmente para él; por lo general en grandes potreros, carreteras abandonadas, y demás. Allí podrá adquirir las destrezas necesarias para desempeñarse como conductor. Este curso tiene una duración normal de 12 horas, y se desarrolla durante un período de dos días.
En países como el Reino Unido y Estados Unidos es frecuente hacer competencias de conductores adolescentes; de ahí el nombre en inglés de esta iniciativa. Ganarlas suele estar premiado con dinero o con beneficios a la hora de llevar a cabo el curso de conducción oficial. Igualmente, a quienes realizan este desafío se les entrega una licencia de conducción temporal.
